Los discípulos no aparecen de la nada. Más bien, ellos son llamados por Dios.
Una vez que somos llamados, necesitamos saber cómo responder y seguirlo. En otras palabras, los católicos necesitan ser intencionales, orientando todo en nuestras vidas hacia Cristo. Nuestras familias. Nuestros matrimonios. Nuestro trabajo. Nuestras amistades.
Y al poner a Cristo como centro de nuestras vidas, guiaremos a otros a escuchar y seguir ese mismo llamado.
Nuestro equipo existe para apoyar la evangelización y el discipulado en las parroquias de toda la archidiócesis.
Nuestros recursos y apoyo ayudan a los católicos a entender cómo vivir como discípulos intencionales y cómo acompañar y formar a otros como discípulos
Nuestra esperanza es que, con nuestra ayuda, las parroquias -sus equipos pastorales, sus liturgias, sus programas de formación en la fe, etc.- sean más fuertes y capaces de crecer.
También consultamos regularmente y proporcionamos recursos y talleres a otras diócesis de EE.UU. y Canadá.
¡Estamos aquí para servirle!
Nuestro equipo está disponible para ayudarle con sus necesidades de evangelización.